Sacrificio en busca de crecimiento, premisa de judoca cubano Andy Granda

Matanzas, Cuba, 20 dic (Prensa Latina) Contar con el reconocimiento de todos por el esfuerzo y sacrificio que hago durante toda la temporada en pos de crecer como atleta, significa mucho para mí, aseveró a Prensa Latina el judoca Andy Granda.
Según el campeón mundial de Tashkent 2022 en la categoría de más de 100 kilogramos, el crecerse ante las dificultades resulta un elemento que lo distingue en su carrera deportiva y ejemplo de ello lo constituyeron las dos victorias en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 ante Rafael Silva, multimedallista en campeonatos mundiales y bronce olímpico en Río de Janeiro 2016.
El recientemente elegido mejor atleta en deporte individual en la cubana provincia de Matanzas aseveró que dicha distinción significa mucho pues nació e inició sus primeros pasos en dicho territorio en el deporte de los tatamis.
Durante el año en curso las dos medallas de oro en la cita panamericana de Chile (individual individual y por equipos), la corona en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y los metales bronceados en el Grand Slam de Tashkent y Tiflis, devinieron resultados que le permitieron incluirse entre los 10 mejores deportistas del año en Cuba a quien se alista ya para París 2024.
La preparación para el 2024 marcha bastante bien, iniciamos ya acomodando las técnicas para luego entrarle fuerte al próximo período de competencias clasificatorios para París a celebrase en el mes de julio, informó el actual cuarto lugar del ranking mundial en su categoría.
Granda afirmó que la aspiración para el evento más importante en la carrera de un deportista es, primeramente llegar en óptimas condiciones a una cita olímpica, en este caso la de París 2024 y después alcanzar una presea de cualquier color, hecho que implica tener una fuerte preparación para alcanzar el objetivo, aseveró.
Al hablar de sus proyecciones futuras, el campeón mundial de Tashkent 2022 afirmó que en el plano personal el guiar por el buen camino a sus dos hijos, hembra y varón, deviene tarea de mayor orden a la vez que se visualiza tras el término de su carrera como entrenador aunque aún quedan muchos combates por enfrentar en el tatami, de ellos los de París los más exigentes sin dudas en aras de la anhelada medalla.